Amplificadores

Review de Koch Jupiter 45, amplificador híbrido estilo vintage

04/06/2018 por Micky Vega
Veredicto
Los primeros minutos de prueba con el Jupiter 45 los hicimos sin mirar la hoja de especificaciones, y os aseguramos que creíamos estar ante un valvular, tal vez de gama media. No obstante, este hecho no cambia la realidad: en esa gama de precio está en competencia directa con productos valvulares como el Fender Blues Junior, el Vox AC15 C1, el Marshall DSL20CR o algunos modelos de Blackstar, Laney o Peavey.

Precio

Fundada en 1988, Koch es una marca de amplificación holandesa bien valorada por la comunidad de guitarristas que principalmente se dedica a la fabricación de cabezales y combos, previos valvulares en formato pedal, e incluso cajas de carga especializadas para la grabación de amplificadores. Uno de sus combos que, en los últimos años, ha gozado de una mayor popularidad ha sido el Jupiter 45, presentado en 2011, y protagonista de nuestra review retrospectiva de hoy.

El Koch Jupiter 45 es un amplificador híbrido de tres canales (o más bien deberíamos decir dos y medio) con 45 W de potencia que utiliza una tecnología híbrida, la Authentic Tube Response, que según Koch le confiere la posibilidad de sonar como un ampli totalmente valvular aún contando únicamente con 2 válvulas 12AX7. El fabricante lo describe como un amplificador estilo vintage, lo cual hace la misión de emular los sonidos valvulares aún más desafiante. En Guitarristas hemos podido probarlo largo y tendido y os contamos si cumple o no con su objetivo.

Aspecto externo y construcción

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El Koch Jupiter 45 viene en un acabado en tólex verde que nos ha causado buena sensación. Sabemos que el verde no es un color muy popular en los amplificadores y que probablemente el tweed o el color negro hubiese sido una apuesta algo más segura, pero nos parece una buena forma de darle al Koch algo más de personalidad. Por lo general, la construcción parece buena, siendo el punto de unión entre el asa y el chasis el único algo menos robusto. Pero es una mera conjetura: en ningún momento se ha desgastado ni ha dado muestras de romperse.

Todos los controles, conectores, cables e incluso el footswitch están a la altura, y son sólidos. En general, en los últimos años muchos amplificadores presentan un aspecto algo diferente a los de décadas anteriores, debido al abaratamiento de los plásticos y los acabados, pero no es el caso del Jupiter 45, que nos ha ofrecido un aspecto clásico bastante reconfortante.

Prestaciones

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El Jupiter 45 no sigue el patrón de los amplificadores cargados de miles de prestaciones, controles switches ni secciones in/out recargadas, sino que más bien parece diseñado bajo el prisma de la simplicidad. Los tres canales que publicita el fabricante son más bien dos y medio, puesto que en realidad sólo hay volumen independiente para el canal limpio y el saturado. El supuesto “tercer” canal es en realidad un boost de ganancia activable que no cuenta con ningún control propio, ni volumen, ni ganancia ni ecualización: es fijo. La ecualización es compartida para todos los sonidos (botón contour incluído), se incluye un control de reverb y un volumen master especial (Dimmer) que no se limita únicamente a regular el volumen final de salida, sino que además es capaz de “escalar” las propiedades sonoras para obtener buenos resultados tanto a bajo volumen como a volúmenes más elevados.

Que el panel de controles sea sencillo no nos parece una limitación, es más, creemos que ayuda a manejarlo más rápidamente. Puesto que el amplificador tiene un sonido de base bastante bien ajustado, no resulta crítico llegar a ajustes muy complejos ni se hace urgente tener una ecualización diferente para cada canal.

El ampli también tiene extras muy atractivos como un loop de efectos con buffer (que trabaja a nivel instrumento), una salida emulada para grabación, y un footswitch incluido que permite cambiar de canal y activar la reverberación/boost (o uno u otro). Koch lo destaca además como un amplificador ligero: ciertamente no es pesado, pero tampoco nos ha sorprendido por pesar especialmente poco. De hecho, tiene 20 Kg. de peso, un peso no necesariamente inusual en combos de estas características.

En el lado menos positivo, hemos encontrado algunas decisiones de diseño menores algo mejorables. Una de ellas es el hecho de no tener selector de canal en el frontal, sino en la parte trasera. Además, no hay tampoco un led frontal que nos indique en qué canal nos encontramos, algo que nos puede confundir un poco si usamos sonidos a medio camino entre la ganancia y el limpio. Esto no es algo vital, puesto que la mayor parte del tiempo estaremos usando el footswitch, con lo que ambos problemas se verán resueltos, pero no vemos la necesidad de esta disposición. Otro pequeño inconveniente es que, aunque el footswitch tiene dos funciones (la principal es cambiar de canal), para la segunda función tenemos que escoger entre controlar el boost o la reverb. No es posible controlar ambas cosas desde el footswitch a la vez, por lo que nos vemos obligados a escoger cuál de las dos es prioritaria para nosotros.

Como hemos mencionado, no nos molesta que el Jupiter 45 tenga una selección de controles relativamente reducida para ser, según la marca, un 3 canales. Pero algún control adicional para el modo boost (técnicamente considerado el tercer canal) no hubiese estado de más, especialmente un volumen. Eso nos permitiría, con sólo la inclusión de un control extra, poder tener un canal solista al volumen que deseemos.

En cuanto a la salida emulada, está pensada para salir de un apuro, por lo que no pretendemos ser exigente con ella, pero poder desactivar la emulación y combinarla con nuestro propio emulador de pantallas (como un cargador de respuestas a impulsos, tan de moda últimamente) hubiese sido definitiva tanto para grabar como para tocar conectados a línea.

Sonido

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Con seguridad, la mayoría de los que tengan una cierta experiencia con amplificadores de guitarra eléctrica típicos habrán sentido algo de prejuicios al leer las primeras líneas de la review, en la que mencionábamos que se trata de un amplificador híbrido. Os animamos a deshaceros de ellos, ya que este amplificador podría pasar por un válvulas. Los limpios suenan definidos y los diferentes puntos de su control de ganancia (que llegan a un cierto overdrive) son todos tremendamente usables. El canal saturado es también muy divertido de tocar, con más tendencia a la calidez que al brillo, pero con un gran respeto por el ataque, especialmente con single coils (tipo de pastillas que os recomendamos para combinar con este amplificador). Siendo un híbrido, probablemente el Jupiter 45 no pueda igualar a un amplificador valvular de la más alta gama con un rango dinámico apabullante, pero sí puede hacerlo con muchos amplificadores valvulares de precio medio hechos en serie, de los que abundan en el mercado.

Se trata de uno de esos casos en los que la excesiva preocupación sobre qué tecnología es la que hay detrás de un sonido es la única que nos puede aguar la fiesta, ya que el amplificador suena realmente bien. Nuestra única preocupación es cómo será la respuesta del ampli a volúmenes más elevados en el día a día de ensayos y conciertos, un terreno en que las etapas a válvulas acostumbran a brillar, pero las sólidas suelen padecer algo más, perdiendo dulzura cuando se llevan al extremo. En cualquier caso, nuestra experiencia durante el período de prueba ha sido satisfactoria a la mayoría de volúmenes.

Ejemplo de sonido limpio
Rasgueo
Overdrive
Overdrive más intenso

La distribución de ganancias en ambos canales es interesante: a niveles de ganancia elevados, el canal limpio se solapa tanto en nivel de saturación como en carácter con ciertos tramos del canal saturado, por lo que podemos ajustar varias combinaciones a nuestro gusto, desde dos sonidos completamente opuestos a dos muy similares cuya única diferencia sea el volumen. Volviendo al debate de lo valvular versus lo híbrido, probablemente el canal limpio de un ampli valvular tradicional fuese más dinámico, pudiendo ofrecer picos más extremos al tocar más intensamente con la púa, pero tampoco anda nada desencaminado. Ofrece un timbre agradable y sin excesos, casi producido. Otra virtud interesante es su buena respuesta a los pedales: hemos experimentado con él conectado varios tipos de overdrives y fuzz, todos ellos entregando una respuesta muy natural.

Rasgueo en saturación
Riff de rock
Fraseos jugando con el volumen y pastillas

Riff Hard Rock
Fraseos solistas

Con el boost activado en el canal saturado (es al único al que afecta) llegamos a las mayores cantidades de ganancia disponibles. Una vez hecho esto, ya tenemos un mapa del abanico sonoro del ampli, que puede servirnos para tocar blues, jazz, pop, rock e incluso algunas variantes del Hard Rock (no especialmente abrasivas), gracias a su ganancia fluida y fácil de controlar. El carácter cálido se mantiene siempre, ya que incluso con el control de treble al máximo, sigue siendo contenido y sin estridencias. Por supuesto, eso también tiene el inconveniente de que habrá terrenos que no cubrirá (concretamente el metalero), donde es bastante habitual sacarle partido a frecuencias particularmente agudas (el terreno 3KHz- 5KHz y en adelante) y ganancias muy superiores, pero en global nos parece un ampli muy equilibrado para un músico trabajador que se mueva principalmente en gran número de géneros convencionales.

Conclusiones

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Este amplificador tiene un precio entorno a los 650 euros, más barato que algunos amplificadores a válvulas, pero por desgracia también igual o más caro que otros. En la mentalidad tradicional del guitarrista, un 100% válvulas siempre parece mejor que un híbrido, pero ahora que el mercado de lo valvular es tan amplio, podemos encontrar amplificadores valvulares de muchos niveles de calidad, desde los más altos a los más bajos. ¿Sigue entonces siendo cierta la premisa?

No nos atreveríamos responder a una pregunta tan general, pero nuestra recomendación para este caso particular es que lo juzguemos más con las orejas que con el conocimiento de la tecnología que emplea. Tampoco nosotros somos especialmente amigos de muchos de los amplis híbridos del mercado, pero los primeros minutos de prueba con el Jupiter 45 los hicimos sin mirar la hoja de especificaciones, y os aseguramos que creíamos estar ante un valvular, tal vez de gama media.

No obstante, este hecho no cambia la realidad: en esa gama de precio está en competencia directa con productos valvulares como el Fender Blues Junior (15W, 579 euros), el Vox AC15 C1 (15 W, 598 euros), el Marshall DSL20CR (20 W, 520 euros), o algunos modelos de Blackstar, Laney o Peavey. Un panorama complicado, pero no necesariamente imposible: os recomendamos enfrentarlo cara a cara con estos modelos, dejar que sean los gustos personales los que decidan, y escucharlo sin prejuicios, ya que es un amplificador con el que, simplemente, hemos disfrutado mucho tocando.

Más información | Koch Amps

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