Amplificadores

Review de Boss Acoustic Singer Pro

23/05/2017 por Micky Vega
Veredicto
Este amplificador habló por sí solo desde el momento en que salió de la caja: todo lo que necesita nuestra voz y nuestra guitarra para hacer un concierto está presente en el Boss Acoustic Singer Pro.

Precio

Lo último de Boss en el terreno de los guitarristas acústicos son los dos nuevos amplificadores Boss Acoustic Singer Pro y su versión reducida, el Boss Acoustic Singer Live. Ambos tienen como objetivo hacer las cosas tremendamente fáciles en directo a los guitarristas que necesiten amplificar a la vez su voz y su guitarra, al tiempo que incluyen opciones muy atractivas que añaden una nota de color, como el looper o un armonizador vocal.

Características

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  • Amplificador biamplificado de 120 W con un woofer de 8” y un tweeter.
  • Dos canales con ecualización y volumen propios
  • Función Acoustic Resonance para restaurar la naturalidad de la respuesta de los sistemas piezo
  • Canal de micrófono XLR con alimentación phantom.
  • Chorus para la guitarra, Delay/echo para el micrófono, y reverb independiente en ambos canales
  • La función Harmony crea armonías automáticas a partir de los acordes de guitarra.
  • Looper incorporado
  • Anti-feedbacks independientes en cada canal.
  • Dos salidas XLR de línea de la mezcla de los dos canales, de cada canal individual o en modo DI
  • USB para grabación directa al ordenador
  • Funciones controlables por footswitches.

Aspecto y construcción

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En cuanto sacamos el amplificador de su caja, nos ofrece muy buena sensación: el mueble es sólido, el asa es fiable y el tamaño nos parece idóneo: no lo bastante grande para convertirlo en un trasto que tengamos que arrastrar, ni tan pequeño como para quedarse corto en proyección sonora. Un acierto: el amplificador no es vertical del todo, sino que tiene cierta inclinación para poderlo utilizar a modo de monitor, enfocado hacia nosotros. Los colores elegidos no son innovadores (similares a los de su antecesor AD-8), pero prometen respetar la estética de tu show acústico. También nos gusta su robustez, con unos potenciómetros y botones que ofrecen buenas sensaciones, así como sus conectores de jack y XLR. En ningún momento hay impresiones de componentes externos low-cost ni riesgos estéticos con la misión de ahorrar. Quizás su única pega sea la de tener un peso algo elevado comparado con su tamaño compacto.

Facilidad de uso y prestaciones

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Si hay algo en lo que Boss siempre pone empeño es en que sus productos sean intuitivos. A pesar de ser un producto con numerosos efectos y posibilidades de ajuste, no hay ni una sola pantalla ni navegación por menús: todo se controla con potenciómetros de función única, claramente etiquetados. El panel trasero tiene explicaciones claras de uso de sus conectores, incluso algún pequeño gráfico aclarando detalles sobre el funcionamiento del footswitch.

En cuanto a prestaciones, casi todo lo que pueda un guitarrista acústico necesitar está presente: ecualizaciones y volumen independientes para voz y guitarra y reverb para cada uno de los canales. Además, hay extras interesantes, como delay/echo para la voz, y los muy atractivos looper y armonizador. El looper permite grabar, reproducir y grabar infinitas capas sobre nuestros loops. Por su parte, el armonizador de voz “lee” los acordes que tocamos, para poder escoger las armonías que más sentido tengan para la pieza que interpretamos. En conjunto, crean una paleta sonora escogida con bastante lógica.

Mediante un footswitch convencional es posible manejar el looper, así como activar/desactivar el armonizador de las voces y el chorus, pero si adquirimos su footswitch específico, podemos acceder a un número mayor de funciones, como la activación de la reverb, el eco o el silenciado del amplificador (para cambiar de guitarras sin emitir ruidos, por ejemplo). También suponen un gran aporte la función “Acoustic Resonance”, que ofrece tres preajustes sonoros que restauran la naturalidad que pudiésemos perder por nuestro piezo; y el atenuador de Tweeter, que tiene como misión reducir la respuesta de agudos en aquellos casos en que la respuesta resulte demasiado estridente.

En un segundo plano, pero no por ello menos importante, encontramos soluciones para los problemas cotidianos en directo, como un control de la fase, una sección para eliminar feedback, y numerosas salidas de línea con varios modos de funcionamiento. Así, podemos elegir enviar a mesa la mezcla de voz y guitarra que deseemos con los efectos ya incorporados, enviarlos por separado (gracias a su salida XLR dual) con su procesamiento individual o sin él (modo DI). Aunque no es un efecto necesario para todos, quizás una inclusión interesante habría sido un efecto de compresión moderado, que sería de gran utilidad para controlar la dinámica en aquellos casos en que salimos directos por línea.

Sonido

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El sonido que entrega el Boss Acoustic Singer Pro es robusto y con un grosor muy gratificante. No altera de forma muy notable lo que entrega nuestro piezo, pero sí es posible moldear el tono razonablemente mediante el ecualizador. No hemos observado tendencias molestas a embotarse o a la estridencia, lo que nos lleva a pensar que al ajuste de la “voz” del amplificador se ha hecho con mimo. El color tonal del amplificador con la guitarra se muestra superior al de la voz, que también suena correcta, pero a la que tuvimos que ayudar con un poco de volumen y ecualización extra para que se igualase en energía con la señal de la guitarra.

La respuesta del altavoz aporta un grado de compresión y “empaste” muy favorable para el sonido final, algo que se pierde parcialmente al salir por línea. No obstante, no es nada que un técnico de sonido no pueda suavizar desde la mesa. Está más que claro que el Boss Acoustic Singer Pro es un animal de directo, preparado para dar la referencia que necesitamos en un show acústico. Tiene el volumen necesario para poder actuar por nuestra cuenta en un pequeño club, pero también puede servir como nuestro monitor personal en salas de mayor tamaño mientras enviamos nuestra mezcla totalmente procesada (o no) al sistema de PA. La función de grabación doméstica también está contemplada, pudiendo extraer el audio por usb de forma silenciosa. No obstante, el color obtenido al grabar directos al ordenador es algo menos redondeado, con una dinámica un poco agresiva en ocasiones. Las emulaciones de la función “Acoustic Resonance” ayudan a paliar esta cualidad, pero está claro que la grabación es un propósito de carácter más anecdótico en este producto.

Las prestaciones especiales, como el looper o el armonizador convierten a este producto en un complemento divertido para nuestra guitarra que nos puede hacer disfrutar más, tanto en casa como en directo. Vemos mucho potencial en ellas, y las consideramos realmente usables para añadir variedad y a nuestro show. El looper es un acierto indiscutible, mientras que el armonizador es una carta escondida que debemos jugar con prudencia: a veces pueden aparecer artefactos sonoros o pequeños fallos durante la armonización. Es algo natural, puesto que, al basarse en nuestros acordes para tomar decisiones, las pequeñas ambigüedades en el acorde elegido o las alteraciones puntuales pueden hacer dudar al algoritmo. Sin embargo, con un poco de ensayo previo y escogiendo sabiamente qué tocar y cómo tocarlo, se puede aplicar en directo con efectividad, ya que es estable . El color de este efecto es bastante natural, pudiendo llegar a un nivel de mezcla con la voz original de casi un 50%, y aunque no lo usaríamos todo el tiempo, puede reforzar las partes de nuestras canciones que más lo necesiten.

El resto de efectos son correctos, pero tenemos nuestras preferencias. El chorus y el delay funcionan bien y su sonido combina bien con la señal original, pero nos quedamos algo decepcionados con las reverberaciones. Generalmente, aportan profundidad y encanto a lo que estamos cantando y tocando, por lo que es buena idea activarlas, pero tienen un color algo artificial cuando quedan muy expuestas (por ejemplo, tras un final brusco o un silencio repentino. Tienen una cualidad algo artificial, pero se trata de un defecto con el que la mayoría de guitarristas podrán sobrevivir.

Ajuste Clip de audio
"Acoustic Resonance" en bypass
"Acoustic Resonance" en modo 1
"Acoustic Resonance" en modo 2
"Acoustic Resonance" en modo 3
Chorus y reverberación
Guitarra + armonía de voz

Conclusión

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Este amplificador habló por sí solo desde el momento en que salió de la caja: todo lo que necesita nuestra voz y nuestra guitarra para hacer un concierto está presente en el Boss Acoustic Singer Pro. Sólo con nuestra voz y nuestra guitarra pudimos, en cuestión de minutos, conseguir un sonido procesado, listo para tocar ante un público y con nuestra propia amplificación. Además, no es únicamente un medio para conseguir un fin, también aporta novedades que enriquecen la experiencia de tocar, como disponer de un looper en todo momento, y poder activar a nuestro antojo coros automáticos que se adaptan instantáneamente a lo que tocamos. Si haces conciertos como solista armado con tu guitarra acústica, este amplificador seguramente se adaptará muy bien a tus necesidades.

En sus puntos algo más delgados está la calidad de algunos efectos, que están ahí para adornar, pero de los que no aconsejamos abusar si no queremos que su sencillez quede demasiado expuesta.

Por último, subrayar que este amplificador brilla en su uso en directo, en que todo se resuelve con sencillez. Su sonido es mucho mejor al escucharlo amplificado que al capturarlo grabado por línea, por lo que si la grabación es una de nuestras prioridades, es importante saber que el Boss Acoustic Singer Pro no está pensado tanto para ese contexto, a pesar de que ofrezca esa opción para expandir su versatilidad.

Puede que los 738 euros que vale se le hagan cuesta arriba a más de uno, ya que supera con creces la barrera psicológica de los 500 euros. Por otra parte, su hermano menor, el Boss Acoustic Singer Live, ofrece una menor potencia (60W) pero también representa una alternativa de precio reducida: 537 euros. No obstante, hay que aclarar que los 120W del Boss Acoustic Singer Pro lo convierten en una herramienta de trabajo con una gran autonomía en gran número de bares y clubes, por lo que en algunos casos podría ser una inversión razonable para el sector profesional.

Más información | Boss Acoustic Singer Pro

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