Tecnología

Primer contacto con Guitar Pro 7

19/09/2017 por Micky Vega

Cuando Internet se hizo verdaderamente popular, las fotos, la música y los vídeos aún eran archivos demasiado pesados para ser intercambiados con la misma agilidad con la que hoy lo hacemos. Sin embargo, las tabulaciones para guitarra circulaban con una cierta facilidad, ya que eran documentos que se podían crear cómodamente en un archivo estilo “bloc de notas”, y proporcionaban un verdadero entretenimiento para los guitarristas. Miles de personas hacían sus propias transcripciones de los temas, que más tarde compartían con otros usuarios.

Sin embargo, el avance de las tecnologías permitió la creación de programas específicos como Guitar Pro. Con él, no sólo es posible crear y abrir archivos de tabulaciones de guitarra creados por terceros u obtenidas desde MySongBook, sino que podemos escuchar su sonido, modificarlos, reproducirlos a diferentes velocidades, y cambiar su afinación para adaptarlo a nuestro instrumento. En su última versión, Guitar Pro 7, incluso podemos tocar realmente con nuestra guitarra gracias a su emulador de amplis incorporado. En definitiva, se trata de todo un banco de trabajo pensado para el aprendizaje que en Guitarristas hemos tenido la ocasión de analizar.

Interfaz y aspecto renovados

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El nuevo Guitar Pro 7 ha experimentado algunos cambios estéticos (en parte gracias a su adaptación a las nuevas pantallas HD y Retina) y de la organización de las herramientas. En síntesis, muchos de los elementos básicos siguen presentes: la barra de transporte con los botones play, stop, rewind y compañía siguen siendo el sector de mayor importancia, que ahora ocupa la parte superior de la pantalla en lugar de la inferior. Sin embargo, ya detectamos algunas mejoras: esta barra reúne ahora en un espacio más compacto algunos de los datos que en la versión 6 teníamos desperdigados por la pantalla (tales como el compás, el minuto y segundo exacto de reproducción o la proporción de compás empleado al escribir). Junto con la elección de un código de colores algo más sobrio, el nuevo Guitar Pro 7 tiene, en general, un aspecto más ordenado y serio que sus predecesores. También las partituras se han rediseñado un poco, para dar un aspecto más profesional. En conjunto, parece que Arobas Music ha decidido cambiar ligeramente la actitud de Guitar Pro, y situarlo más cerca del punto de mira de los usuarios algo menos principiantes.

Facilidad de uso

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A pesar de los cambios introducidos, la mayor parte de las funciones se mantienen en su forma de uso y denominación aunque hayan cambiado de ubicación física en la pantalla. Es algo que agradecerán los usuarios de Guitar Pro 6, que no encontrarán dificultades en trabajar con Guitar Pro 7 de inmediato. Las herramientas para escribir partituras y tabulaciones son las mismas de siempre, aunque se ha ampliado el abanico, incorporando elementos percusivos como el golpe, pick scrape, o el dead slap para poder crear documentos más fidedignos a la interpretación final. No resulta difícil leer y escribir/componer cómodamente, ya que el desplazamiento por la pantalla ha sido suavizado, pero no estamos satisfechos del todo con el funcionamiento del Zoom que, aunque ha recibido el mismo tratamiento, no sigue la ubicación de nuestro cursor, haciendo algo incómodo tener que ir a buscarlo cada vez que ampliamos o reducimos un área.

El plato fuerte: emulador de amplis y afinador polifónico

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Sin duda se trata de la innovación que lo cambia todo en cuanto a Guitar Pro: la posibilidad de conectar nuestra guitarra y emplear los sonidos de emulación de amplis de Guitar Pro, que van desde los sonidos limpios al High Gain. Explicado de un modo sencillo, si tenemos una interfaz de audio a la que conectar nuestra guitarra, Guitar Pro tomará la señal de nuestro instrumento y lo procesará con estos emuladores, para poder tocar a tiempo real con ellos. Su sonido nos sorprendió desde un primer momento por ser bastante aceptable; más tarde descubriríamos que se trataba de emulaciones hechas por Overloud, creadores del plugin TH3.

El contar con una empresa que acumula experiencia en dicho terreno, ha sido todo un acierto por parte de Arobas, que también podría haber decidido conformarse con incluir unas emulaciones cualquiera para cumplir la papeleta. Lejos de ello, se trata de emulaciones con las que pudimos tocar cómodamente, con una latencia dentro de lo razonable (variable en función del buffer empleado por nuestra tarjeta de sonido) e incluso con algunos efectos. Además, si la partitura con la que estamos trabajando está bien programada, posiblemente incluya información sobre los presets que cada parte de la canción requiere, cambiando de sonido automáticamente según avanza la canción. Esta prestación aporta un nivel de diversión y practicidad muy a tener en cuenta: imaginad encender vuestro ordenador, conectar vuestra guitarra a la interfaz y simplemente abrir Guitar Pro 7. En ese momento, sólo tenéis que elegir un tema, comenzar a tocar y la automatización hará el resto, ya que los cambios de sonido también están programados. Si la banda de la que estamos aprendiendo el tema tiene dos guitarristas, podemos duplicar la diversión asumiendo un rol diferente cada día.

Afinar tampoco es un problema, ya que el propio programa tiene un afinador incorporado que, además, es polifónico: tocando todas las cuerdas a la vez puede evaluar su afinación. En definitiva, esta sección dota de una nueva dimensión al programa, mucho más interactiva, y que nos dio mucho que pensar acerca de las posibilidades que podría llegar a ofrecer la próxima entrega de Guitar Pro. Eso sí, la afinación va ligada a la que viene descrita en la partitura. De modo que si la canción está afinada un semitono más abajo, el afinador espera recibir esa afinación también.

Conclusión

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Aunque las novedades en esta nueva versión son varias (incluyendo algunas que no hemos mencionado, como los nuevos formatos de exportación mejorados que incluyen el mp3, o la posibilidad de convertir en tabulación todas las pistas de partitura), a nuestro parecer la inclusión de emuladores para conectar nuestra guitarra cambia el juego. De repente, el programa ya no es una “partitura virtual” que simplemente leemos, sino que es el banco de trabajo completo en el que practicamos.

No obstante, cuando se nos da algo nuevo, no podemos evitar nuestra tendencia a pedir aún más. Puesto que Guitar Pro 7 es un programa de aprendizaje, no nos parecería descabellado que la próxima entrega permitiese el uso de dos guitarras al mismo tiempo con la función de emulación. Ello permitiría el trabajo simultáneo de un profesor y un alumno aprovechando las posibilidades de automatización de sonidos, o dos compañeros de una misma banda ensayando su nuevo tema. Después de todo, poseer dos entradas de instrumento en una interfaz de audio es prácticamente un estándar, por lo que sólo habría que asegurarse de que el equipo del usuario medio es capaz de procesar dos instancia simultáneas del emulador de amplis, algo de lo que creemos que la mayoría de ordenadores actuales sería capaz. Habrá que esperar a Guitar Pro 8 para comprobarlo, pero hasta entonces, aplaudimos el cambio de dirección tomado por Guitar Pro 7.

Más información | Guitar Pro 7

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