Felicidades Miguel. Técnicamente impecable, ahora te falta pulir los matices y darle el toque, que en esta pieza es difícil, pero no sé si tanto como lo que ya llevas recorrido
Samuel, el primer movimiento es el más sencillo de todos, la secuencia armónica es similar, aunque podríamos tacharla de menos impetuosa, más melancólica, evocadora de la tristeza y la soledad de la noche.
Este es el tercer movimiento, rápido, fogoso, con ímpetu, y una cadencia que nos arrastra hacia el infinito, en una especie de viaje cósmico.
El segundo movimiento es diferente. Es grácil, casi como una pieza de baile que va aumentando su intensidad. Como analogía, serían las sensaciones internas de dos enamorados que contemplan la luz de la luna despreocupados, cuando el tiempo y las preocupaciones aún no han resquebrajado su pureza. Imagina dos amantes bailando bajo la luz de la luna.
Te dejo aquí videos de los tres movimientos, interpretados por el magistral Rubinstein.
Primer movimiento, Rubinstein.
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Segundo movimiento, como ves, un aparte.
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Tercer movimiento, fabuloso.
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