Los músicos y su salud mental

Se ha publicado recientemente un estudio realizado en UK, encuestando a un número significativamente grande de músicos, muchos de ellos guitarristas, y otras personas relacionadas estrechamente con la industria musical.

Se ha hallado que aparentemente, quienes se ganan la vida con el negocio de la música, tienen un riesgo tres veces mayor que la población general de padecer ansiedad y/o depresión, problemas que ya de por sí se dan con mucha frecuencia en la población general (según la mayor parte de los estudios epidemiológicos contrastados, entre el 15 y el 20% de las personas padecerán, en algún momento de sus vidas, problemas de ansiedad y/o depresión).
Esto supone que estaríamos hablando de cifras superiores al 50% de las personas que se ganan la vida con la música.

Aparentemente, el desencadenante del problema no tiene que ver con el hecho de tocar música, algo que suele resultar relajante y agradable a la mayoría, sino con la incertidumbre de futuro y la falta de aprecio del entorno al hecho de ganarse la vida con la música.

La noticia donde lo he leído está en inglés, por eso hago el pequeño resumen previo.
Aquí la tenéis, con algún enlace al estudio en sí:

http://www.guitarworld.com/artist-news/new-study-musicians-three-times-more-likely-be-depressed-and-anxious/30133

La verdad es que el vivir de la música es un sueño para el que tiene la capacidad para conseguirlo, pero luego está la irregularidad en los ingresos, si cotizas, y que de cara a un futuro, o mejor dicho, la vejez, no es para nada alentador.

Desgraciadamente en este país (en esta sociedad en general, no solo aquí) el ARTE no te garantiza nada.

A los creadores cada vez se les valora menos en un mundo que ya sólo mide rentabilidad o rendimiento inmediato, y que además por el hecho tan extendido ya de compartirlo todo (internet, etc...) no valora el producto artístico como algo por lo que pagar (generalizo, porque siempre hay excepciones, y más en un foro como éste, claro).

Sumemos a toso eso que cada vez va todo (la vida, el progreso, los cambios, el arte) más deprisa, de forma más impersonal, y adaptarse a esta vorágine es cuestión de plazos mucho más cortos que antes.

No me extrañan las cifras en absoluto...

Cualquier persona en cualquier ambito laboral es propensa a sufrir historias. Pero es que el trabajo es eso, trabajo. Si fuera bueno, nadie me dejaría trabajar jajajajaja